Gatos superan a los perros en cantidad como mascotas en todo Occidente
Un estudio llevado adelante en la Universidad de Columbia Británica, mostró que por primera vez, tal vez en milenios, los gatos son más numerosos que los perros como mascotas entre los humanos, pautando reflexiones sociológicas y sicológicas sobre el particular.
Típico gato doméstico.
Así lo entendió el psicólogo Stanley Coren, de dicha casa de estudios, quien sostiene que a medida que la sociedad avanza en un camino de mayor soledad para los individuos, además de haber cada vez más parejas sin hijos, los gatos están dando una imagen de sustitución de los niños. Las personas solas, también las solteras aunque no lo estén, y quienes viven en apartamentos parecen inclinarse masivamente por los felinos a la hora de tener un animal en casa. Quienes tienen familias, y más aún si viven en casas, optan por los perros, pese a las complicaciones que además de los niños traen consigo los canes.
Para los entendidos, los gastos se manejan por si solos en la mayoría de las situaciones, debido a que genéticamente provienen de la una línea de cazadores muchas veces solitarios. Los perros necesitan del entorno social –en tanto descienden de la jauría como relación primigenia- con lo cual su dependencia del núcleo familiar es mucho más acentuada.
Con los años la sociedad ha ido dejando atrás al perro
La cultura cinematográfica y televisiva posterior a la Segunda Guerra Mundial, tuvo a los perros como personajes dominantes en toda la línea: los gatos salvo rarísimas excepciones no figuraban en la cumbre de los castings para el entretenimiento masivo cuando había referencia a animales. Los perros –seguidos por los caballos- dominaron las sagas cinematográficas en materia de fauna que acompañara al hombre, y los gatos jamás tuvieron tal relieve.
Sin embargo la nueva sociedad y el embate de las redes sociales y de Internet, han generado una nueva visión de los felinos que se están adueñando progresivamente de la mayor parte de lo audiovisual en la web. Los sicólogos afirman que los gatos sin bien tienen muchas de las características consideradas como positivas en los humanos, también demuestran tendencias como la pereza, la agresión, el aburrimiento, que la gente acepta ahora como reflejo propio, algo que no era concebible décadas atrás.
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