7/5/16

La luz es un factor determinante en el comportamiento de los gatos [7-5-16]





La luz es un factor determinante en el comportamiento de los gatos

Agosto es el mes en que los gatos cambian bruscamente su personalidad y dan inicio a intensas actividades de reproducción.

Santiago.- Los gatos son animales con una sexualidad muy intensa, especialmente en esta época del año ¿Quién no se ha despertado con una pelea de gatos en su tejado o con un maullido desgarrador? Éstas son sólo algunas de las molestias que nos produce este período de excitación felina.

Según la doctora Alicia Valdés, médico veterinario de Pet Food Institute (PFI) -organización que promueve la correcta alimentación y cuidado de perros y gatos-, esta conducta anormal se debe a un factor muy particular. “Al ser agosto la fecha del año donde la luminosidad diurna se extiende, se despierta el ciclo hormonal de las gatas y entran en su período de celo, lo que produce la atención de los machos y se activa el deseo sexual tanto en gatas como en gatos”.

El doctor Eduardo Baldrich, médico vocero de PFI, señala que los gatos, al igual que otros animales, tienen su ciclo sexual en determinada época del año, pero hay una diferencia, “éste es un especial -pero natural- comportamiento que tienen los gatos en su ciclo sexual, sin embargo, es mucho más marcado que el de otros animales, debido a sus intensas actividades y bruscos cambios de personalidad”.

Diferencias de comportamientos entre un gato y una gata en su período de reproducción

La hembra, durante el celo, se muestra más cariñosa y juguetona de lo habitual, se acerca mucho más a su dueño y lo busca con  miradas y maullidos, los cuales pueden llegar a asustarlo si no está acostumbrado, pues en épocas de mayor inclinación sexual, se tornan intensos y sobrecogedores.

Durante esta etapa, la gata comienza a frotarse contra objetos y contra el dueño. Al acariciarla, sobretodo la zona del lomo, eleva el tercio posterior, retira la cola y agacha las extremidades anteriores y pisotea con las extremidades posteriores; está buscando insistentemente a un macho e incluso en este período podría llegar a escaparse de casa.

La orina representa uno de los principales problemas con los que hay que enfrentarse cuando llega el período fértil. Durante el celo, la gata suele orinar por la casa sin ningún pudor. Esta orina tiene un olor similar al amoníaco, que sirve de perfume atractivo a los machos vecinos.

El gato, a diferencia de la gata, siempre está activo sexualmente, sin embargo está condicionado por el período de celos de la hembra. Un macho no castrado, está propenso a contraer enfermedades graves que se transmiten por la saliva, así como a mordeduras ocasionadas por peleas causadas por el territorio y las hembras, favoreciendo la aparición de la leucemia felina y el síndrome de inmunodeficiencia felina. Éste es el momento en que está más expuesto a ataques de perros, atropellos o golpes de personas que están cansados de sus maullidos y disputas por aparearse. Si no se atienden sus pretensiones de apareamiento, su grado de nerviosismo es muy elevado y tiende a huir de casa.

Al macho, al igual que la hembra, le gusta marcar la casa para delimitar su territorio, impregnando el lugar de un fuerte olor a orina.

Expertos aconsejan que si se quieren evitar los inconvenientes que conlleva el celo de los gatos, se puede considerar la posibilidad de la esterilización (hembras) y castración (machos). Ambos procedimientos no tienen ningún efecto perjudicial en su salud y evita las molestias que implica la relación con animales de sexualidad tan elevada. Recalcan, además, que con esta cirugía se mejora su calidad de vida y se está colaborando para que exista una menor densidad de animales y menos cachorros abandonados en la vía pública.
 

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