18/11/16

Las mascotas ante el miedo [18-11-16]



Las mascotas ante el miedo

Los animales domésticos pueden cambiar radicalmente su comportamiento cuando están asustados

PROFESOR PELUSA Un enemigo silencioso, que ataca cuando nadie se lo espera y para el cual no existe ni prevención ni edad, ni experiencia que se pueda transmitir de unos a otros para prevenir sus nefastas consecuencias, ya que es parte de nuestro ser tener una cajita escondida en el armario de nuestra mente que, sin mediar circunstancia alguna, de un segundo a otro se desordena y nos ataca sin piedad.

Lo que sí se puede decir como característica general es que no existe ningún ser afectado por esta poderosa situación que no haya perdido su racionalidad en ese momento o circunstancia. Nada sirve, pues nos vemos enfrentados a nosotros mismos, a nuestro cerebro frente a una situación extrema y ninguno sabe con seguridad cómo actuará ni qué consecuencias traerá.

Algunos huyen despavoridos sin rumbo, otros lo repelen sin ver las consecuencias, algunos se paralizan y son incapaces de mover un músculo, y por último hay quienes desbloquean su poder de contención del esfínter y evacuan de manera inmediata. Pero lo que sí está claro es que nadie que se haya enfrentado a él permanece inmutable frente a este poderoso enemigo.

Lamentablemente no hay ninguna receta que te pueda ayudar o te oriente a cómo actuar cuando lo enfrentes, pues en ese momento no somos nosotros ni nada parecido, esa cajita de nuestro cerebro se mueve del lugar donde debería estar y produce un desorden tal que es incapaz ningún ser de recuperar el orden tan rápido como cuando se produjo, y para ello no existe edad, sexo, color de piel, raza, tamaño o especie ni nada que te haga inmune a dicho enemigo.

El problema es el periodo de tiempo que necesitarás después del suceso para recuperar el orden de tu cerebro. Podrás conseguirlo sin importar lo complicado y frustrante de la situación, o ese desorden mental se transformara en un daño con mayores consecuencias. Esa es la incógnita y sólo las horas, días, semanas, meses o años lo dirán. Por eso después es muy difícil determinar las causas por las cuales se produce un cambio de conducta repentino en nuestras mascotas.

Muchos me consultan diariamente planteándome diferentes interrogantes frente al cambio brusco de comportamiento en nuestras mascotas. Ladran, se muestran agrasivos, hacen sus necesidades en lugares distintos, no utilizan el cajón sanitario, muerden los muebles... Cosas que antes nunca hacían. Algunos atribuyen dichos fenómenos a situaciones que por ahí escucharon tenían alguna relación como el cambio de hábitat, separaciones no muy agradables entre las parejas, cambio de alimentos etc. Una infinidad de motivos aparentes. La verdad es que es muy importante que nos preocupemos del entorno en el cual vive y se desarrollara nuestra mascota para intentar prevenir a este enemigo implacable, pero pocos o casi ninguno tiene la precaución de registrar todos los hechos acontecidos en nuestra vida, que pueden haber sido el provocador del desorden en el armario cerebral, y la única manera posible de aminorar las consecuencias es que así como para nosotros un cambio de hábitat resulta complicado, pues debemos salir de casa al trabajo a una hora diferente, ir a un supermercado que no conocemos, tomar una vía distinta o un bus diferente y realizar cambios en nuestro habitual comportamiento, nuestra mascota no está exento de ello y debemos prepararla.

Son seres con cerebro que acumulan y ordenan su armario de la misma manera que nosotros, peor tienen una capacidad y sentidos extraordinarios (vista, olfato, oídos) y captan muchas cosas en el entorno que ni siquiera nosotros somos capaces de sentir y por ello es tan importante que lo habitúes a ese entorno.

Si es un cachorro que acaba de llegar a tu casa, tienes que darte el tiempo para recorrer junto con él la vecindad, las plazas, los parques, las calles, en las horas de más ruido y de menos etc. Todas las cosas a las que tú a veces no les das importancia para ellos es vital conocerlas antes. Ahora bien, si te cambias de casa ocurre lo mismo; no pienses sólo en ti, tu amigo lo necesita, es él quien se quedara solo en casa esperando que regreses y todos los ruidos son distintos dependiendo de dónde estés para escucharlos. Las calles en los diferentes barrios tienen un eco diferente, las plantas y la tierra no huelen igual y las paredes de los edificios son todas distintas por textura, tipo de pintura etc.
Debes darle tiempo para que conozca el entorno, salir con él y apoyarlo frente a este mundo nuevo al que se enfrenta, no vale solo con cambiarle su cama o llevarle sus juguetes, el todo será distinto y si no lo acompañas al principio en este proceso de investigación del entorno, lo dejaras expuesto a que se enfrente a este peligroso enemigo implacable sin su amigo, su guía, su líder que estoy seguro necesitará en ese momento.

Por último una consideración que debes siempre recordar: un cachorro sea de la especie que sea llorará la primera noche que lo lleves a casa. Los bebés se comportan en las maternidades distinto a como lo hacen en casa, y nosotros mismos la primera noche que dormimos fuera de casa en otro sitio en el que desconocemos el entorno y nos desorientamos. No les pidas a las mascotas que se acostumbren solas a ese proceso, ayúdalas a ordenar su armario cerebral para y por su bien.

Amigos mascoteros hasta la próxima que pasen una una linda y buena semana.

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