Los primeros días del gato
Para criar a los gatitos recién nacidos sólo necesitamos tener en cuenta dos factores fundamentales, como son la paciencia y el tiempo para hacerlo. Las necesidades básicas que debemos cubrir son las que habitualmente aporta la madre: techo y necesidad de contacto, alimentación adecuada, lactancia, limpieza e higiene.
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Hogar y necesidad de contacto: al nacer, los gatos no desarrollan todavía ni la vista ni el oído, pero sí el sentido del olfato, que desempeñará un papel fundamental en sus vidas. La vista se desarrollará totalmente a los cinco meses, mientras que el resto de sentidos al año.
Lo primero que tenemos que hacer cuando nazcan es ubicarles en un espacio cerrado, bien abrigado y ventilado, que se encuentre fuera de las corrientes de aire. Es conveniente que sea en una caja de cartón o cesta, en cuyo interior coloquemos restos de colchas, toallitas y una bolsa de agua caliente para conservar la temperatura adecuada.
Los gatitos duermen muy apretujados para darse calor y es aconsejable acariciarlos suavemente para que entren en contacto con la piel, ya que, si no lo hacemos el gatito se volverá agresivo, tímido y salvaje. Si hace mucho frío, debemos colocar una estufa para calentar la habitación donde se encuentren los pequeños, pero debemos tener cuidado de no acercarla mucho porque podría causar acaloramiento y deshidratación.
Alimentación y lactancia: la comida es un factor primordial para los gatitos recién nacidos, por lo tanto, debemos tratar de alimentarlo a la misma hora y en mismo lugar. El alimento debe estar a temperatura ambiente porque no les gusta la comida recién sacada de la nevera. Se recomienda alimentar a los gatos dos veces al día, con una dieta variada y saludable que contenga los componentes esenciales para un correcto desarrollo de su organismo.
Tenemos que procurar que la alimentación se asemeje lo máximo posible a la leche materna. Si no puedes adquirir leches maternizadas, puedes elaborar una preparación en casa que contenga los siguientes ingredientes: un cuarto de litro de leche entera, una yema de huevo y una cucharada de crema de leche. Estos deben mezclarse y calentarse a baño maría. Para alimentarlos debemos colocarles medio inclinados y con nuestra mano sujetando su cabeza y su espalda.
Las tomas de leche debemos realizarlas cada dos horas porque si no estarán muy hambrientos, lo que influiria negativamente en su desarrollo. Se recomienda darles dos o tres jeringuillas de 10 cc por cada toma. Si notamos cualquier síntoma de que nuestro gato se encuentre enfermo, es decir, si no comen, tienen diarrea o vómitos, debemos acudir inmediatamente a nuestro veterinario para que le ponga un tratamiento.
Excreción: una vez que hemos terminado de alimentar a nuestros gatitos debemos ayudarles a eliminar sus desechos, ya que no pueden hacerlo ellos mismos. Para ello, cojeremos un algodón mojado con un poquito de agua tibia y daremos un pequeño masaje sobre su ano.
Si esto no lo hacemos los gatos pueden enfermar, debido a que no defecarán ni orinaran por sí mismos hasta que hayan pasado 3 semanas desde su nacimiento.
Limpieza e higiene: lo primero que debemos hacer antes de tocar a los gatitos es lavarnos las manos. Los materiales empleados para la higiene de nuestros gatitos tienen que estar totalmente limpios para evitar que cojan alguna infección. El cepillado del animal dependerá del tipo de pelaje que tenga, si es de pelo corto una vez por semana y si es de pelo largo diariamente. Con esto lo que queremos evitar es que el gato se trague los pelos al lamerse y se forme un bolo fecal.
A los 2 o 3 meses de edad debemos comenzar a bañarles, para que el gatito se vaya acostumbrando y lo tome como una rutina. Para el baño debemos utilizar agua tibia y un champú especial para gatitos y la frecuencia de baño es de una vez a la semana en verano y una vez al mes en invierno. También debemos tener en cuenta otra clase de artimañas que debemos realizar como el corte de uñas, la limpieza de orejas, ojos y dientes.
Para criar a los gatitos recién nacidos sólo necesitamos tener en cuenta dos factores fundamentales, como son la paciencia y el tiempo para hacerlo. Las necesidades básicas que debemos cubrir son las que habitualmente aporta la madre: techo y necesidad de contacto, alimentación adecuada, lactancia, limpieza e higiene.
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Hogar y necesidad de contacto: al nacer, los gatos no desarrollan todavía ni la vista ni el oído, pero sí el sentido del olfato, que desempeñará un papel fundamental en sus vidas. La vista se desarrollará totalmente a los cinco meses, mientras que el resto de sentidos al año.
Lo primero que tenemos que hacer cuando nazcan es ubicarles en un espacio cerrado, bien abrigado y ventilado, que se encuentre fuera de las corrientes de aire. Es conveniente que sea en una caja de cartón o cesta, en cuyo interior coloquemos restos de colchas, toallitas y una bolsa de agua caliente para conservar la temperatura adecuada.
Los gatitos duermen muy apretujados para darse calor y es aconsejable acariciarlos suavemente para que entren en contacto con la piel, ya que, si no lo hacemos el gatito se volverá agresivo, tímido y salvaje. Si hace mucho frío, debemos colocar una estufa para calentar la habitación donde se encuentren los pequeños, pero debemos tener cuidado de no acercarla mucho porque podría causar acaloramiento y deshidratación.
Alimentación y lactancia: la comida es un factor primordial para los gatitos recién nacidos, por lo tanto, debemos tratar de alimentarlo a la misma hora y en mismo lugar. El alimento debe estar a temperatura ambiente porque no les gusta la comida recién sacada de la nevera. Se recomienda alimentar a los gatos dos veces al día, con una dieta variada y saludable que contenga los componentes esenciales para un correcto desarrollo de su organismo.
Tenemos que procurar que la alimentación se asemeje lo máximo posible a la leche materna. Si no puedes adquirir leches maternizadas, puedes elaborar una preparación en casa que contenga los siguientes ingredientes: un cuarto de litro de leche entera, una yema de huevo y una cucharada de crema de leche. Estos deben mezclarse y calentarse a baño maría. Para alimentarlos debemos colocarles medio inclinados y con nuestra mano sujetando su cabeza y su espalda.
Las tomas de leche debemos realizarlas cada dos horas porque si no estarán muy hambrientos, lo que influiria negativamente en su desarrollo. Se recomienda darles dos o tres jeringuillas de 10 cc por cada toma. Si notamos cualquier síntoma de que nuestro gato se encuentre enfermo, es decir, si no comen, tienen diarrea o vómitos, debemos acudir inmediatamente a nuestro veterinario para que le ponga un tratamiento.
Excreción: una vez que hemos terminado de alimentar a nuestros gatitos debemos ayudarles a eliminar sus desechos, ya que no pueden hacerlo ellos mismos. Para ello, cojeremos un algodón mojado con un poquito de agua tibia y daremos un pequeño masaje sobre su ano.
Si esto no lo hacemos los gatos pueden enfermar, debido a que no defecarán ni orinaran por sí mismos hasta que hayan pasado 3 semanas desde su nacimiento.
Limpieza e higiene: lo primero que debemos hacer antes de tocar a los gatitos es lavarnos las manos. Los materiales empleados para la higiene de nuestros gatitos tienen que estar totalmente limpios para evitar que cojan alguna infección. El cepillado del animal dependerá del tipo de pelaje que tenga, si es de pelo corto una vez por semana y si es de pelo largo diariamente. Con esto lo que queremos evitar es que el gato se trague los pelos al lamerse y se forme un bolo fecal.
A los 2 o 3 meses de edad debemos comenzar a bañarles, para que el gatito se vaya acostumbrando y lo tome como una rutina. Para el baño debemos utilizar agua tibia y un champú especial para gatitos y la frecuencia de baño es de una vez a la semana en verano y una vez al mes en invierno. También debemos tener en cuenta otra clase de artimañas que debemos realizar como el corte de uñas, la limpieza de orejas, ojos y dientes.
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